Según cifras del Banco Mundial y de organismos especializados, más de
la mitad de la población en Latinoamérica no tiene acceso al Sistema Financiero. A esta población la llamamos "no bancarizada".
Para la población no bancarizada las transacciones se realizan en
efectivo, sin intermediación financiera, por lo que esta población no está
sujeta a créditos ni acumula ahorros en el sistema financiero formal.
Hay una correlación entre el incremento de la proporción
de población bancarizada y crecimiento del PIB per Cápita y el Indice de
Desarrollo Humano.
La penetración de celulares sin embargo es de más del 100%. Esto implica que la
población no bancarizada cuenta con celular en casi un 100% de los casos. Por tanto, para
hacer posible la inclusión financiera de la población no bancarizada se
requiere de la habilitación del canal móvil para el acceso a los servicios bancarios:
depósitos en cuentas de ahorro, transferencias para pagos de servicios, pagos
en locales comerciales a través del celular, transferencias a terceros. Dado
que la mayoría de la población sólo cuenta con dispositivos móviles con los
servicios básicos, el monedero móvil ha demostrado a nivel mundial que es la
forma más fácil de dar acceso a la mayoría de la población a los servicios
financieros.
Al habilitar un monedero móvil, se habilita la intermediación
financiera para la base de la pirámide, población no bancarizada, y los
comercios que sirven a esta población, empresas de telecomunicaciones,
gobierno, seguros, y bancos. Es un negocio donde todos ganan.
El factor principal para hacer realidad la rentabilidad en este modelo
es el poder alcanzar grandes volúmenes de población.
Beneficios para todos
Para los usuarios: Posibilidad de recibir y realizar transferencias de
dinero sin contar con una cuenta bancaria, recepción y envío de remesas, pago de
servicios públicos como agua y electricidad sin hacer filas, pagos a
comerciantes sin efectivo, recarga de saldo a celulares, ahorro en su cuenta de
monedero para su uso posterior reduciendo la inseguridad de portar dinero en
efectivo, retiro de efectivo en cajeros, comercios o corresponsales no
bancarios. Adicionalmente, la población no bancarizada comienza a ser sujeta a
microcréditos y a seguros cuyas letras pueden ser descontadas del monedero
mensualmente, impactando directamente en su calidad de vida.
Para los bancos: Posibilidad de realizar intermediación financiera en
la mitad de la población que hoy día no utiliza los bancos, en una forma costo
eficiente. Los monederos reducen los costos de ofrecer servicios a la población
no bancarizada, dado que se evita tener que crear una cuenta tradicional para
cada cliente lo cual representa altos costos por las regulaciones que aplican.
Otros beneficios: Empresas de Servicios Públicos se ven beneficiadas
por la reducción de la morosidad y la reducción de los costos de cobranzas en
la población de menores recursos. Los comercios y corresponsales no bancarios
tendrían a la mano una fuente adicional de ingresos por las comisiones que se
generan por los servicios que prestarían (depósito al monedero, retiro del
monedero, recepción de pago de servicios, etc). Las empresas de seguros,
cooperativas, microfinancieras pueden crear productos para la población no
bancarizada con una mayor garantía de cobro de los mismos.
El Gobierno puede promover la implementación y uso de monederos,
mediante el pago de subsidios a través de este mecanismo. Un ejemplo de esto lo
encontramos en nuestro vecino Colombia.
Marco Legal
La mayoría de las Superintendencias de Bancos en los países Latinoamericanos reconocen la
importancia de la inclusión financiera para el desarrollo social y económico, y es por ello que lo incorporan como una de las principales metas, trabajando en regulaciones que permitan la implementación
de canales para profundizar el acceso a los servicios financieros a la
población no bancarizada.
Pasos importantes se han dado en la mayoría de los países con regulaciones que permiten la contratación de corresponsales no
bancarios para la prestación de determinados servicios en nombre de los bancos, así como lineamientos sobre banca
electrónica y la gestión de riesgos asociados, lo cual incluye entre otros:
banca por internet, banca móvil, terminales de punto de venta (POS), mensajería
instantánea, dinero electrónico, monedero o pago móvil y cualquier otro medio o
canal electrónico.
Si sumamos a la normativa ya existente, la penetración del uso de dispositivos
móviles en el 100% de las familias, y los bajos niveles de
bancarización, nuestros países son un ambiente más que propicio para el éxito de
iniciativas de monederos para pagos y otros servicios financieros.
Algunos países de la región presentan las cifras más bajas de Agencias Bancarias y
ATMs por cada 100.000 habitantes, según cifras del Banco Mundial, mucho más
cuando revisamos las cifras en zonas rurales. El
establecimiento del Monedero Móvil y la Banca Móvil es la forma más costo
efectiva en llevar los servicios financieros a toda la población.
Seguridad y Riesgo
Existen diferentes tecnologías y modelos de implementación del Sistema
de Monedero Electrónico, de acuerdo al mercado objetivo y a las regulaciones
existentes.
Podemos afirmar que el Monedero Electrónico es tan confiable como
cualquier otro canal electrónico disponible en la banca, y los
requerimientos de seguridad están normalmente regulados por las Superintendencias de Bancos.
Lo mínimo que se requerirá para que un usuario de Monedero realice una
transacción será el uso de un PIN, y su resguardo corresponde al cliente.
Existen mecanismos adicionales que pueden utilizarse que permitan garantizar la
seguridad de las transacciones: claves encriptadas a nivel de la tarjeta SIM,
SMS Seguro, uso de un canal USSD (acrónimo de Unstructured Supplementary
Service Data, Servicio Suplementario de Datos no Estructurados en inglés) provisto
por las empresas de telecomunicaciones, entre otros.
¿Qué países están utilizando monederos móviles?
De acuerdo a los registros de la organización “Mobile Financial Services for the
Unbanked”, soportada por la Fundación “Bill & Melinda Gates Foundation”,
“The MasterCard Foundation”, y por OMIDYAR Network, existen más de 260 implementaciones activas de Monederos Electrónicos a nivel mundial, en más de 90 países.
Adicionalmente hay más de 100 implementaciones en proyecto.
En la siguiente dirección web se puede obtener un mapa mundial con las
implementaciones:
http://www.gsma.com/mobilefordevelopment/programmes/mobile-money/insights/tracker
Inversión necesaria
La inversión para implementar sistemas de Monederos van más allá de los
componentes tecnológicos, y los factores logísticos se convierten en los más
importantes.
Se requiere habilitar un ecosistema completo para que tenga
sentido el esquema: usuarios, comercios que reciban esta forma de pago y se conviertan
en agentes para la intermediación, corresponsales no bancarios, empresas de
telecomunicaciones, gobierno, bancos. Se requiere capacitar a usuarios,
comercios y corresponsales no bancarios. Se debe implementar una logística de
distribución de efectivo. Análisis constante del uso del canal móvil, y
revisión de las tarifas del servicio y de las comisiones que se pagan a
comercios, agentes o corresponsales.
A pesar del reto que puede significar para una institución financiera
el concretar un servicio de monedero, los beneficios pueden ser muy importantes
a nivel financiero, sin contar con los efectos a nivel de responsabilidad
social empresarial.
Sinergia Banco-Operadores
El trabajo en equipo entre la
banca y los operadores puede facilitar el éxito de las iniciativas de monedero
electrónico, dado que ambos aportan fortalezas:
- Los operadores alcanzan hoy el mercado masivo, y
poseen una red de agentes minoristas independientes que pueden formar parte del
ecosistema habilitando algunos servicios. Adicionalmente, son los usuarios de
celulares (clientes de los operadores) el mercado objetivo. Los operadores
también pueden facilitar mecanismos de acceso y tarifas diferenciadas para este
servicio.
- Los bancos son los únicos actualmente que están
facultados para ejercer el negocio de Banca a través de una licencia emitida
por la Superintendencia de Bancos. Además, los bancos están en la capacidad de
habilitar a los corresponsales no bancarios para realizar transacciones
relacionadas con el monedero. La banca posee experiencia administrando
plataformas transaccionales y educando financieramente a sus clientes.
Si se reconocen las sinergias
banco-operador se pueden formalizar acuerdos de servicio que beneficien a ambas
partes, y lo más importante garanticen el éxito de la iniciativa.