Tomando en cuenta la sabiduría Budista, la causa básica de todos nuestros problemas e insatisfacciones personales es nuestra mente egocéntrica. A pesar de que todos decimos que buscamos la felicidad, en la práctica cotidiana la mayoría de nuestras acciones contribuyen a la infelicidad, porque están basadas en el egocentrismo y en el YO como el sujeto más importante del globo terráqueo. Y en el YO incluimos: mi familia, mi país, mi raza, mi localidad, etc.
Según Jorge García Montaño en su libro "El BudhaDharma, una estrategia para vivir mejor", los humanos nos comportamos como un montón de fluidos egoístas que sólo se movilizan en función de los deseos que genera el apego, cuando las cosas, personas y hechos responden a nuestros intereses, o de la aversión, cuando amenazan a mis deseos y a los intereses establecidos por aquella mente egoísta.
En este sentido, lo que hacemos, bueno o malo, componen nuestro Karma. Los efectos de las acciones negativas se convierten en causas de más acciones negativas, en un ciclo que con el tiempo crece cada vez más. Así mismo, las pequeñas acciones postivas que hacemos generan felicidad y un gran sentimiento de paz.
Es el momento para un cambio de paradigma, para pensar y trabajar más por el "Nosotros" que por el "Yo".
Para la mayoría de la población mundial la vida es muy dificil. El sufrimiento se encuentra por todos lados, y nos parece cotidiano y natural, siempre que no esté cerca de nosotros. Es el momento de promover espacios de altruismo y compasión, que generen paz y felicidad a nuestros hermanos, y por ende a nosotros mismos.
Muchos quieren emprender negocios, independizarse, invertir en start-ups, buscando de esa forma generar un impacto en el mundo, y eso está muy bien. Si pensamos en proyectos que beneficien a esa gran parte de la humanidad que sufre, podamos generar un impacto aún mayor, no solamente en ellos sino en nosotros, en nuestra paz y en nuestra felicidad.
Es el momento de involucrarnos con ONGs que se dediquen a trabajar por el bienestar de nuestros hermanos, es el año de crear nuevas organizaciones sin fines de lucro que aporten algo positivo a la vida de la gente que lo necesita, de pensar en formas de dar parte de tu tiempo a labores como voluntario, a realizar donaciones, a convertirte en activista.
En este tiempo de plantearnos metas para el futuro no olvidemos incluir propósitos que vayan dirigidos en ser útiles a los demás, a contribuir en algo en hacer más feliz la vida de nuestros hermanos cuyos nombres no conocemos. Estaremos realizando acciones positivas en favor de la humanidad, que al final nos beneficiarán porque nos permitirán comenzar a sentir la verdadera paz y felicidad que tanto buscamos.
